(ME GUSTA TU INTIMISMO, TU PENUMBRA ILUMINADA DE ATENTA TERNURA y saber hacer de una madre)
Esa noche la claridad se concentraba... la estrella hacia el punto de los puntos...la Luna era una sombra para no despertarlo...el río de todos los mundos emanaba los brillos que el cielo regalaba a los ojos del niño. Y en el amarillo de la hoguera y del candil, una lágrima del Hombre alucinado de tanto esplendor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido a nuestra casa, sientate y dime